Las musas de Malne nos traen a Atilana.
Musas son las nueve deidades protectoras del Parnaso y el Helicón, la inspiración del artista y el arte mismo. También son las que guían y motivan a los artistas. La de Malne es Atilana, que además da nombre a su nueva colección.
La elegancia de las musas no corresponde con estereotipos, la musa no representa la perfección, representa la armonía. Una feminidad valiente, sofisticada y natural, una elegancia salvaje sin corrección social.
En una colección inspirada por una musa así, no podía faltar el animal print que representa el lado más feroz, las siluetas típicas de los años 70, representación de las tendencias Safari, Pierrot o bailarina para suavizar hacia un romanticismo delicado y contemporáneo, sin olvidar los trajes de chaqueta que difuminan la linea entre lo tradicionalmente femenino y lo actual para romper con los moldes.
Los tejidos ricos desde la gasa, el tafetán y la seda contrastados con elementos más salvajes como la cuerda, el asta o las plumas de avestruz. Los accesorios tampoco faltaron, los Bolsos en colaboración con Vorona Bags, los zapatos con Dionisio Guilabert, los tocados con Yulia Eremina, las gafas de Toscana, la bisutería con Almudena Dorado y la joyería con Almer Joyas.
Una colección completa con la presencia de un pájaro exótico traído a la pasarela de la mano de Malpartida, paseado en la mano de una modelo para representar al máximo ese lado feroz, exótico y natural de la musa. La joven firma compuesta por Paloma Álvarez y Juanjo Martinez, de la que no nos perdemos ni un desfile en ninguna edición, ha traído una vez más, el ambiente inspirador y rompedor a la MBFWM con sus musas, sus líneas de deidades elegantes y su facilidad para cautivar al público en todos los desfiles.
