No hemos podido ser los únicos descolocados en MULAFEST. ¿Dónde estaban todos aquellos tatuadores y sus brutales obras maestras, hechas en el mejor lienzo que poseemos; la piel? MULAFEST comenzó siendo el eventazo de la gran concentración de tatuadores y no nos ha faltado escuchar comentarios como ‘menos mal que no me cogí la entrada porque yo iba a ir por los tatuajes’. Pues sí, menos mal.
Tampoco logramos comprender que al acercarnos a revisar el horario de la zona exterior, a tener claro a qué hora empezaba Gramatik, encontramos que… ¡ups, desapareció!
Por otro lado, este año ha sido el cambio; el boom del arte en todas sus versiones; la de creatividad y talento que albergan los españoles. Grandísimos artistas que, a través de sus obras, nos han dejado ver la pluralidad de sus ideas, llenas de colores y de ganas de ser. Un espacio para conocer, disfrutar y, cómo no, participar.
Allí estaba Sonia De Viana que se propuso enseñarnos que los sueños hay que perseguirlos; hizo realidad el deseo de Jack Kerouac, escritor de ‘On the road’; la novela se planteó publicar en un rollo de papel de 36 metros y ahora, 60 años después, se lleva a cabo gracias a Sonia y la única performance del evento.
Encontramos proyectos donde se mezclan variantes del arte, Krudo Pérez con su obra ‘Ficciones urbanas’, nos presenta paisajes y su mundo interior a través de pintura y fotografía; Labuenaylamala con ‘Dialelo’ combina una pieza colgante móvil y un graffiti sobre un muro creando un espacio con diferentes perspectivas.
Casassola y su propuesta ‘Trough the looking-glass’, nos envuelven en un mundo interno; espejos de la demolición del Edificio España y con rostros humanos pintados, nos invitan a querer mirar de cerca y perdernos entre y con uno mismo; entrar allí es alejarnos del resto del mundo.
Nos impresionó mucho la obra ‘Anamorfosis’ del colectivo La Nave Nodriza con la ayuda de la fundación Ecoraee’s. El proyecto invitaba a dejarse llevar por las perspectivas de una cara de mujer fragmentada, en ella se ocultaban aparatos electrónicos, reciclando así una gran variedad de piezas inservibles, o no. Alucinad vosotros mismos.
¿Quién no sabe de la pintada yendo hacia Moncloa, en la carretera A6 que dice ‘Se busca por arte ilegal desde 1995’ junto con dos retratos de un chico? ¿Y los que habéis acudido al Mad Cool, la instalación montada con una mano y un bote de pintura? El mismísimo Shfir nos tuvo expectantes durante los 3 días con uno de sus graffitis.
Nos acercamos a un Stand donde la realidad virtual en 3D, mediante vídeos en 360º, nos dejó con la piel de pollo. Se trataba de contemplar la vida de un cerdo desde que nace hasta que muere como si nosotros fuésemos parte de su vida. Una cruda realidad en forma de protesta gracias a IgualdadAnimal, dando voz a los que no la tienen.
Aún con el nudo en la garganta, vimos batallas de breakdance, el proceso de body painting, un gran espacio dedicado al skate, la que tenían montada los jägeristas, que amenizaban cada minuto del día con fotografías y concursos para llevarte chupitos y regalos.
Además, fuimos conscientes de lo muchísimo que puede dar de sí una cuerda atada por los extremos de dos soportes. El slackline, fue el motivo de reunión de muchos para ver quién realizaba los mejores trucos en el aire y sin caerse.
Una vez llegó la noche no nos esperábamos los chicos LED, vestidos con luces se recorrieron una y otra vez todo el recinto para ser el escandaloso centro de atención.
Pero, sin duda alguna, el cierre de la sección de arte lo protagonizó el proyectazo de Yatusabes & Siempreviva, ‘Charity Project for Mulafest V’; durante los días del evento, pegaron en un mural de 10 paneles, cientos de stickers que recibieron de todo el mundo por mensajería.
El domingo se subastaron por separado y el público luchó para llevárselos a casa. La recaudación de fondos fue para el proyecto ‘Share a coffe for’, que ayuda a otros proyectos solidarios que no pueden mantenerse solos.
Aunque nos quedamos con ganas de Gramatik, nos llevamos muy buen sabor de boca con Odesza y sus visuales que nos atraparon desde el minuto cero, C. Tangana y sus menciones a su familia Agorazein, Monsieur Adi y John GRVY pinchando y dando qué hablar. Música muy variada pero que conectaba perfectamente con toda la polivalencia del arte recogido en MULAFEST.
Para cerrar 3 días de evento, todo se llenó de colores con la Holy Party; un pequeño festival con música, muchos mojitos y cerveza y un homenaje muy especial y emotivo a India. Dj Sumit Sethi y DJ Clement pinchaban mientras el Club Masala nos enseñaba coreografías para reunir dos países en uno solo.
Que el arte siempre sea la excusa, el medio, el fin, el por qué, el cómo; trabajo, hobbie o la expresión de algo, pero que nunca, NUNCA, deje de ser.
Gracias MULAFEST por hacerlo posible.
¡Hasta el próximo año!
Crónica y fotografía : Mimy Cuesta Enríquez