“¿Estamos observados o necesitamos ser mirados? ¿Hasta qué punto la transparencia en redes sociales es una realidad o un simulacro?
Con el auge de las nuevas tecnologías exponemos, vendemos y consumimos intimidades. Las barreras entre lo público y lo privado se han difuminado en favor de un incremento del panoptismo y el control social”.
OBSERVADOS – SS19
Lidia Gil, Lulu Chen, Paloma Tello, Maribel Ruiz, Clara Casares, Inma Segarra, Raquel Gonzalo, Montse Merino, Natalie Goldstein, María Turiel, Amara Caruncho, Arantxa Sánchez, Elena de Artiñano, Giovanni Franco y Cristina Esmorís fueron los protagonistas del pasado jueves 5 de Julio. Estudiantes de ESNE que presentaron, por primera vez en un desfile, sus colecciones cápsula.
La sala de Columnas de la Central del Diseño de Matadero Madrid fue el lugar idóneo para envolvernos en el concepto de sus colecciones. Observados es una reflexión que nos proponen los diseñadores emergentes sobre la exposición de nosotros mismos ante la sociedad y los medios digitales.
Con una performance central de danza contemporánea, daba comienzo un desfile lleno de contrastes. La música estridente nos acompañaba en un popurrí de sentimientos encontrados durante todo el evento.
El Real Conservatiorio Profesional de Danza “Mariemma” fue el encargado de sumergirnos en el debate entre querer ser vistos y ser observados. Una coreografía y puesta en escena en la que los bailarines, alumnos de Pedro Berdäyes, se envolvían y retorcían entre telas blancas que dejaban entrever sus siluetas.
Las transparencias, volúmenes y el color blanco destacaban en todas las colecciones. Fuertes representaciones del concepto del desfile. Pero el contraste fue el gran protagonista.
ESNE siempre organiza eventos muy dinámicos en los que todos los diseños desfilan a la vez. Hecho que a veces puede despistar a la hora de saber qué diseño es de quién. Pero en esta ocasión, fue fácil diferenciarlos. Cada diseñador tiene su estilo muy marcado y las diferencias entre unos y otros eran notorias durante el desfile.
Comenzando con una Giovanni Franco de lo más transgresora, vistió a una mujer joven, segura y fuerte, con tintes de los 90 en los detalles de sus complementos y una gama bicolor en blancos y negros que nos conquistaron desde el primer momento.
Continuando con cortes y volúmenes imposibles.
Todas las colecciones juegan a dejar entrever diferentes partes del cuerpo con transparencias, efectos de trampantojo y volúmenes y superposiciones de tejidos. Amara Caruncho, Clara Casares, Natalie Goldstein, Lidia Gil, Lulu Chen, Paloma Tello, Maribel Ruiz, Inma Segarra, Raquel Gonzalo, Montse Merino, María Turiel, Arantxa Sánchez y Elena de Artiñano utilizaron, sobre todo, organzas, gasas, tules, apliques bordados y contrastes de materiales para dejar ver partes de la figura. Dando a veces unos resultados minimalistas, otras más casual, y otras, con un toque romántico centrado en el brillo y la estilización del cuerpo femenino.
El broche final lo puso Cristina Esmorís, que dio paso a un diseño futurista lleno de texturas y cortes que dejan ver la figura tanto masculina como femenina. Prendas unisex listas para despegar a otro planeta.
Un desfile que nos ha dejado ver personalidades muy distintas y propuestas diferentes sobre un mismo concepto. En lo que sí han coincidido todos es en la calidad y el resultado final impecable que nos deja clara una cosa: el futuro del diseño de moda está en buenas manos.
Ya estamos esperando a la próxima, ESNE, ¿Sobre qué idea trabajarán nuestros futuros diseñadores?