Teresa Helbig es la ganadora del premio L’Oréal París con su colección ‘I PUT A SPELL ON YOU’.
Equipajes preparados, capas y turbantes, baúles llenos de libros de conjuros. En tren, en barco, en globo. Estamos en enero de 1952, y la Convención Anual de Brujas está a punto de celebrarse en algún punto secreto de la frontera de Bratislava, donde los Alpes se cruzan con los Cárpatos. Vienen de México, de Shangai, de París, de Tokyo, de Edimburgo, de Bucarest, de Lyon, de Praga. Visten turbantes, kimonos, capas, babuchas. Hablan idiomas diferentes, tienen edades dispares, han llevado vidas distintas, pero saben entenderse.
Teresa Helbig da la vuelta a la bruja como símbolo de lo desconocido, lo maléfico, lo oculto, lo irracional. La mujer sospechosa de ser libre, la mujer difamada, la mujer señalada con el dedo. La firma, quiere despojar a la bruja de su carga oscura, sobrenatural, política, religiosa, arquetípica. Le inspira, en cambio, como síntesis de la mujer independiente, que sigue su instinto, que cree en una sabiduría femenina ancestral compartida. La bruja que se ríe de sí misma: la bruja a la que le encanta que le llamen bruja.
La bruja tiene un poder, y es su libertad infinita, su fuerza interior. La moda -como el trabajo, como el amor, como la amistad- es un hechizo que nos vuelve poderosas. Cuando llevamos nuestras prendas favoritas empieza la magia: atraemos la suerte, somos más lúcidas, vemos el mundo con una mirada amable. El vestido puede ser un amuleto, una varita mágica, la escoba con la que alejarse volando de las miradas ignorantes que juzgan, que cuchichean, que recelan. ¿Brujas? Sí, y a mucha honra.
La Convención de Brujas solo sucede una vez al año, y pide las mejores galas. Cada bruja representa a su país, y -sea veterana o novata- quiere estar a la altura de tan magno acontecimiento. Este sindicato hechicero viste plumetti, organza, terciopelo, leopardo, rafia sobre tul, tartán, visón. La Naturaleza las acompaña: estrellas, cordilleras, búhos, lemures, escarabajos. El resultado es una colección exótica, opulenta, soñadora y festiva.