Brunch In The Park ha revolucionado el concepto de como terminar el fin de semana de la mejor forma, y lo pudimos comprobar el pasado Domingo, en el que vivimos una tarde de música, buen tiempo, y muchas, muchas actividades. Uno de los aspectos que más nos gustaron fue ver un público muy heterogéneo. Grandes y pequeños bailaron y disfrutaron de la música y de las diversas actividades.
Este evento fué novedad en Madrid, pero tenía el respaldo del éxito en su edición celebrada en Barcelona, en la que hubo un lleno absoluto e incluso las entradas se agotaron, este concepto había gustado mucho y fue una excelente idea traer este tipo de fiesta a la capital.
Aunque esta jornada estaba representada por muchas actividades y talleres, el punto fuerte del Brunch fue la música, que estuvo reinada por un Deep House mezclado con diversos estilos, en que pudimos escuchar hasta ritmos ochenteros, un acierto que deleitó a un público muy diverso, y como tal complicado.
Según llegamos la primera impresión fué muy buena, la zona principal de baile estaba cubierta de césped artificial, lo que hizo que algunos se atrevieran a bailar descalzos, y es que un suelo cómodo en la pista es un factor a tener en cuenta.
El pistoletazo de salida lo dio Marc Piñol, que comenzó con una sesión que descendía del Techno, Funk, Electro y muchos sonidos de la música disco, un buen Warm up sobre el que mucha gente comenzó a realizar su aparición en el Brunch. Pudimos ver a muchas familias en las que todos disfrutaban a su manera, los padres con la música y los niños con sus propios talleres en “Petit Brunch”, que comprendía un sinfín de actividades para los más pequeños: colchonetas elásticas, hinchables, hula hoops…
El siguiente DJ que se puso a los mandos de la nave fué JMII, que se atrevió con un “live” de diferentes estilos, como Electro, acid, funk, todo esto con un sonido muy original y analógico. Mientras tanto, la gente comenzaba a llegar y el Parque Tierno Galván se iba llenando, dando forma a este domingo tan especial.
Un punto a favor para la organización fué en pensar en la cantidad de residuos que producen los vasos, es por ello que al adquirirlos estos tenían una fianza que se reembolsaba con su devolución. Muchos festivales y otros eventos ya se han sumado también a esta causa “ecológica”. Un suelo libre de vasos y residuos se agradece también a la hora de bailar en la pista.
A las 17:00 el relevo pasó a Barnt, un DJ alemán muy peculiar, ya que sus sonidos nos recordaban a esos sintetizadores de los años 80, sonidos con los que el público empezó a vibrar, el parque ya estaba lleno y daba paso a una tarde muy movida.
El cierre fué a cargo de John Talabot, ¡y que cierre! Pasamos de unos ritmos ochentenos y más suaves, a un Deep House más animado, con muchos sonidos inspirados en esos temas de los 90s que tanto nos marcaron. Aquí fue donde pudimos ver la fiesta en su máximo esplendor, el publico enloquecía según se iba acercando el cierre; un cierre que fué con un remix del mítico tema “Jaguar”, un acierto en toda regla para despedir esta primera edición, en la que hubo un lleno absoluto.
En esta tarde de Domingo no todo fué escuchar música y bailar, también tuvimos la ocasión de descubrir las tiendas del evento, en las que diseñadores emergentes nos mostraban sus ideas más “cool”, que merecen ser destacadas en este artículo:
Tiger Soul Sunglasses: Con unos diseños de gafas muy atrevidos, las ideas de esta tienda fueron muy bien aceptadas, ya que pudimos comprobar como mucha gente llevaba sus gafas durante todo el evento.
Urs my Bike: En esta tienda de ropa se derrochaban ideas, ¡hasta el propio perchero era una bicicleta reciclada!
Mude Design: Sus diseños nos cautivaron, con sus propias ilustraciones como una camiseta en la que aparecía un “caraculo”, o sus láminas reversibles. Pero por si esto fuera poco original, la diseñadora nos contó el secreto de su marca: ¡la modelo que luce las prendas en su lookbook es su abuela!
El dios de los tres: Donde cada lámina y prenda era una genialidad. La idea que más nos gustó fué una camiseta en la que aparecía escrito “la cabra tira al monte” con un diseño genial.
Según caía la tarde y comenzó a anochecer, nos entró un poco de hambre, pero tuvimos suerte, ya que teníamos a nuestra disposición un montón de Food Trucks con todo tipo de comida y de mu buena calidad, desde Crepes hasta hamburguesas y perritos, todo un acierto para este tipo de eventos, aunque no lo parezca, es muy importante poder hacer un “break” en la fiesta para descansar y reponer fuerzas.
El cierre a las 22:00, con buen sabor de boca, que nos dejaron a nosotros y al público con ganas de más. Al final de la sesión, dieron las gracias al público y se disculparon por los problemas ocasionados por la organización y las colas que se produjeron. Para la próxima edición se han comprometido a tener más foodtrucks, más sombra, más baños, más cashless y más barras. Un evento en los que sus organizadores toman nota e intentan mejorar en cada edición es digno de admiración, y es que de los errores se aprende.
Si te perdiste la primera edición, no te preocupes, puedes asistir a la próxima comprando las entradas aquí, no te lo puedes perder, ¿o vas a pasar otro Domingo tumbado en tu sofá?