La experimentación entre géneros musicales de la música en español.

Podría decirse que, en el plano histórico de la música, llevamos, como mínimo, la mitad del camino recorrido. Hemos dejado atrás sus bases puras, se ha destilado hasta la última gota de cada cultura y de cada patrimonio étnico en forma de géneros musicales, hasta alcanzar un punto en lo que lo único que se plantea como escapatoria en el mundo de la innovación artística es el contacto entre mundos musicales dispares. Si nos paramos a reflexionar sobre el tema, ésto no es más que una réplica a escala musical de nuestra realidad mundial: una sociedad globalizada en la que todo se uniformiza y las conexiones entre perspectivas que antiguamente permanecían aisladas en el espacio, chocan para conformar nuevos modelos de cómo puede ser el mundo, de cómo se nos puede presentar la cultura.

Por tanto, y con mayor concreción, la música del panorama actual no encuentra su fuente de alimentación en un único sitio, sino que bebe de dos o más géneros musicales hasta dar a luz a híbridos de lo que una vez fueron mundos totalmente opuestos. La música en español y sus variantes sirven de claro ejemplo de esa simbiosis entre géneros musicales, coronándose como paradigmáticos el acercamiento entre el flamenco, el rock alternativo, el pop, la música urbana y la música de raíces o folclore popular.

Flamenco: del tablao a los grandes festivales.

A la cabeza, tenemos la reciente emulsión del flamenco, que se ha visto recuperado por la influencia del rock alternativo o la música urbana. Numerosos son los protagonistas que abanderan este movimiento, algunos incluso como objeto de controversia. Por ello, no hay que olvidar quién dio los primeros pasos en este terreno aparentemente novedoso, ya que figuras como Camarón de La Isla con su magistral La Leyenda del Tiempo (1979), Enrique Morente y Lagartija Nick con Omega (1996) o el prolífico Kiko Veneno, lanzaron la vista más allá de los límites de la música flamenca hace años.

Siguiendo la orden del día, vemos en la artista Rosalía el reflejo de esa tradición flamenca pero con galas de autotune y chándal Adidas. Parece que ya no exista una boca que no mencione regularmente a la artista catalana, y es que tantos son sus devotos como sus enemigos acérrimos. El debate que se plantea es la legitimidad de su propuesta así como del imaginario que saca a relucir con su música, y si de verdad merece una persona blanca apropiarse de lo que a la comunidad gitana le pertenece. En su progresión discográfica vemos cómo Rosalía pasa de un flamenco castizo con discos como Los Ángeles (2017) a uno más heterodoxo con El Mal Querer (2018), en el que prioriza el ritmo a la melodía, muy propio de la música urbana, y reviste el cante flamenco de autotune.

Remontándonos 10 años atrás en el tiempo, Los Planetas llegaron con La Leyenda del Espacio (2007) al punto de inflexión en su carrera: los de Granada moldearon su característico garage rock a diversos palos del flamenco, ofreciendo tanto temas propios como adaptaciones personales de canciones de la tradición. Este disco supone un acto de reflexión sobre sus orígenes y la lactancia flamenca de la banda, que ya dejaba esbozos de estructuras flamencas en canciones previas a este disco, así como un claro guiño a La Leyenda del Tiempo (1979) de Camarón de La Isla. Esta experimentación flamenca quedó perpetuada en el estilo de la banda y ha sido cultivada en todos sus discos posteriores, llegando a compartir temas con otros reinventores del flamenco como Soleá Morente.

Soleá, hija mediana del cantaor Enrique Morente, baña su herencia y sangre flamenca en la escena pop alternativa, dando lugar a un flamenco más edulcorado con discos como Ole Lorelei (2018), con un estilo muy cercano al grupo Camela.

La psicodelia tampoco pasa desapercibida para el flamenco con grupos como Quentin Gas y Los Zíngaros, que definen su estilo “como si Camarón hubiera grabado con Tame Impala entre Sevilla y Londres.” Entre sus composiciones, Deserto Rosso se proclama como su tema más escuchado, acabando en las listas de mejores de diversos medios especializados. Lo que deja espacio para la duda es si con esta banda se evidencia esa creciente dificultad para la innovación en el terreno musical, o el exceso de esnobismo que, en ocasiones, adolece la escena indie, ya que los de Sevilla presumen de que su obra “se mezcla, en perfecta armonía, con los sonidos de diferentes cuerpos astrales recogidos por la NASA, convertidos en ondas sonoras mediante radiación electromagnética.”

Guitarra y autotune: hermanos de otra madre.

Lo del género alternativo y la música urbana también es puro feedback, sin que uno haya acabado por absorber al otro. Géneros como el trap, el hip hop o el R&B palían ese desgaste generacional de la guitarra eléctrica incluyéndola como el instrumental de sus composiciones, géneros como el rock alternativo y sucedáneos descentran el foco de las melodías y dan rienda suelta al ritmo y a los tiempos. Este acto de sinergia es el que hace poco menos de un año personificaron el cantante de trap Pimp Flaco y el grupo de rock psicodélico Solo Astra con Cupido, su oda al amor romántico en el que el fraseo autotuneado de Pimp Flaco y el dreampop de Solo Astra cuentan ambas partes de la historia.

Directamente de la cuna del trap viene ANTIFAN, que ha puesto al servicio del post­-punk las bases que un día asentaron en el Agorazein de C. Tangana y Sticky M.A.. Jerva y I-ACE han dado un lavado de cara a su estilo con su álbum debut Puede Ser Una Mala Racha (2019), en el que se toma distancia de la impronta de AGZ gracias a la inclusión de una potente guitarra distorsionada.

Después, grupos como Novedades Carminha atraviesan aguas internacionales sin pisar tierra firme, dando bandazos entre lo que su trayectoria ha ido conformando como un indie de garage y los protocolos musicales del género urbano. En su último disco Ultraligero (2019), encontramos temas como Ya no te veo, donde, junto al artista DELLAFUENTE, se evidencia esa toma de contacto con el autotune y la escena trap.

Músicas de periferia.

En otras ocasiones, hay quienes deciden manifestar la interculturalidad entre géneros de la manera más excéntrica posible, como sucede con el dúo Trending Tropics: Eduardo Cabra, multiinstrumentista de Calle 13, y Vicente García, compositor y cantante dominicano, transmiten con su proyecto un mensaje de crítica contra una sociedad alienada por la tecnología, en la que se pierde la comunicación interpersonal. Esta intencionalidad se cubre bajo el manto de un futurismo musical de electrónica experimental y diferentes ritmos del mundo. En este formato se deja de lado la figura central del cantante para invitar a la participación de diferentes artistas mundiales, y así, con su característico estilo musical, enriquecer cada composición a su forma. Podemos percibir en la propuesta de Trending Tropics ese mismo latir entre sonidos de otra madre, entre géneros que nunca se han mirado directamente a los ojos.

 

Folclore en la postmodernidad.

En último lugar, no vamos a hablar de los dogmas de un género en boca de otro, sino de un movimiento que florece gracias a la inspiración que encuentra en la tradición y en la canción de autor. Con estas líneas tratamos la revisión contemporánea del folclore popular, el reformismo de toda la labor cultural que se ha ido cultivando en el pasado siglo, bajo la perspectiva y las referencias de los artistas que en ello se involucran. Podemos destacar dos figuras emergentes en los últimos años: María Arnal y Marcel Bagés y Silvia Pérez Cruz.

Respectivamente hablando, encontramos en el dúo de Barcelona una voz de homenaje y crítica. La guitarra de Marcel Bagés es un ser camaleónico, que adecua cada melodía a su mensaje. La voz de María Arnal es llanto, plegaria y Valquiria de los héroes de guerra. Canta por los olvidados de la Guerra Civil española, por la lucha de clases, por la pena de una madre al perder a su hijo, y por muchas otras caras del sentir si no con versos ajenos, con los suyos propios.

Por otra parte, Silvia Pérez Cruz empapa de su sabiduría musical la obra de muchos artistas, versionando a figuras como Leonard Cohen, que también encuentra en versos de poetas españoles Federico García Lorcaalma para sus canciones , o David Bowie. Su canto melancólico, sincero y profundo acompaña un cruce de caminos entre el jazz, el flamenco y la música clásica, que se materializa tanto en el folclore de diversas partes del mundo como en el que de ella misma nace.


Toda esta amalgama de géneros, artistas y canciones están on air 24 horas en nuestra nueva playlist de Spotify. ¡Sumérgete en los nuevos géneros de música nacional!

 


TEXTO: SENTO SOLER

Shit Magazine utiliza cookies para recordar los post que más te gustan y llevarte a ellos con facilidad la próxima vez. Si sigues navegando por aquí, es que te has convertido en un "Shit adicto" y aceptas nuestra política de cookies, pincha el enlace para + info.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies