THE NEW RAEMON & INVISIBLE HARVEY en Ochoymedio Club.
Desde el multinstrumentalismo de Invisible Harvey, hasta las míticas canciones de The New Raemon. El Ochoymedio Club sabe cómo ofrecernos un concierto a gusto de todo forofo de la música, y así lo hizo el pasado 8 de Noviembre.
El primer plato de la noche en la Sala BUT fue servido a unos pocos impacientes. Invisible Harvey abría su concierto con poco más de una fila de público y algún despistado merodeando por la sala; tocaba emularse como las moscas con la comida: ir lanzando los primeros versos hasta que los asistentes picasen en el anzuelo.
Podíamos observar una formación bastante peculiar: septeto de cuerda, teclado, bajo, batería, guitarras y voz. La presencia de un alfiler hubiese acabado por desbordar el escenario, pero una compenetración singular entre la banda les dotaba de todo el espacio que se quisiesen permitir.
Invisible Harvey es uno de esos grupos que no sufren crisis de sueño por falta de inspiración, dado que sacan de lo más cotidiano el impulso para componer sus canciones. Títulos como Si Quieres Viajar al Pasado, Llama a tu Contestador, Carta a un Helicóptero o Un Árbol de Navidad Nos Planta Cara Desde la Ventana fueron parte de un repertorio que pretendía presentar el último disco de la banda: No es justo que llegues ahora (2018).
Aún autodefiniéndose en un estilo pop, la multinstrumentación iba un paso por delante de las etiquetas, y el grupo arreglaba sus canciones casi con la proeza de una humilde orquesta. Pequeños pero matones Invisible Harvey.
Unos pocos minutos de ausencia en el escenario fueron la espera hasta el turno de The New Raemon, los maestros de ceremonias de la noche. Ramón Rodríguez, aún vistiendo su característica gorra, estaba de estreno: unas pocas horas aguardaban el lanzamiento de su nuevo disco Una Canción de Cuna Entre Tempestades, LP en el que se le dan voz a las emociones del artista, siempre siendo fiel a su estilo pero con la voluntad de progresar.
La propia banda no pudo esperar a desvelar la sorpresa, y centró la primera mitad de su concierto en canciones del nuevo disco. Había para quienes era fácil reconocer que ya casi tenían grabadas a fuego las letras de algunas de las nuevas canciones; otros simplemente permanecían expectantes.
En cuanto pasamos el ecuador del concierto la calma de muchos pasó a ser la de unos pocos, y el repertorio comenzaba a saber al plato de cada día. The New Raemon supo aprovecharse de eso e hicieron de canciones como El Yeti una auténtica balada envuelta en el giro de una bola de discoteca, casi buscando un público que se sumiese en los brazos de su pareja.
La desvelada sinusitis que aquejaba al frontman no le impidió dar su concierto, algo que le deja como un verdadero desvivido de su profesión. Sonaron La Reina del Amazonas, La Cafetera y Tú, Garfunkel, se apoderaron del público como lo llevan haciendo tantos años e hicieron pender cada voz del techo.
Así quedaba el repertorio de The New Raemon al final de su concierto. Dudando de si se pudo decepcionar a alguien al haber omitido la icónica Te Debo un Baile, pero sin un mal sabor de boca por lo vivido esa noche. Supongo que la empatía abordó a los más fanáticos al haberles demostrado cuál es la vocación que vive en Ramón Rodríguez y su banda.
