Esta vez tocaba Hinds y sinceramente nos preguntábamos si estas chicas son la excusa nueva para el postureo internacional musical o son en realidad talento emergente sin entender en España.
Todos los que sepan algo de este cuarteto sabrán que este grupo lleva pisando fuerte desde sus primeros demos, pero esa fuerza, ese recorrido se notaba más en Europa y el mundo que en nuestra península. Para los que no las conozcan el grupo comenzó a manos de dos chicas Carlotta Cosials y Ana Perrote bajo el nombre de Deers en 2011 como guitarristas y cantantes del mismo. Después de grabar unos demos hubo un parón profesional hasta el 2014 cuando grabaron Bamboo y Trippy Gum que despertó el interés de periódicos como The Guardian y sorprendentemente, para lo poco que llevaban de carrera de una de las grandes revistas de la música nacional e internacional NME. Ade Martin y Amber Grimbergen se unieron como bajo y batería respectivamente del nuevo cuarteto que posteriormente cambió el nombre a Hinds, tras una disputa por el nombre de Deers con un grupo canadiense. Lanzaron Barn con dos singles: Castigadas En El Granero y Between Cans. Hasta ahora llegaron a colaborar con grupo amigo The Parrots para sus videos recopilatorios por su gira y para su video de David Croquette. Tiremos para delante un poquito, hasta enero de este mismo año de hecho, cuando Hinds lanzó su primer álbum Leave Me Alone.
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No todo han sido flores en su camino sobre todo desde “casa” ya que algunos las critican meramente por ser un grupo de cuatro chicas y dicen que gracias a eso, su sonido bastante personal en el panorama nacional sobre todo de noise-pop o lo-fi las ha llegado a ayudar a alcanzar esa fama.
Ahora que ya sabemos más sobre Hinds hablemos de lo que importa: ¿merecen la pena? ¿Son realmente incomprendidas por ahora aquí en España y estamos dejando pasar una gran oportunidad de tener algo nuestro y nuevo que se come el mundo por donde quieran que vayan?
Mi primer roce con Hinds fue con su single bamboo, la manera despreocupada del video y el sonido de garaje que tenían era de alguna manera algo adictivo y estuve bastante tiempo escuchándolas y conociéndolas un poco mejor por sus redes sociales. Curiosamente fue este descubrimiento el semi culpable de que me comprase mi entrada para el DCODE festival aquí en Madrid el año pasado. Por desgracia y ley de Murphy llegué tarde a entrar en el Dcode y pude pillarlas cantando Bamboo y una canción más. No fue suficiente como para decidir si habían llegado a las expectativas que me había formado en mi cabeza sobre ellas. Cierto es sin embargo que fui viendo su crecimiento a través de su éxito en las publicaciones y conciertos internacionales.
Fueron reconocidas por VEVO DSCOVER como artistas a tener en cuenta en el 2016 que me pareció de por sí todo un cumplido pero me sorprendía ya que en España poco se hablaba de ellas. Solo algún entendido o amigo de amigo de opinaba sobre la banda. Decidimos que hoy era el día para aclarecer cualquier duda y ver de verdad a Hinds sobre un escenario. Ya sorprendía el hecho de que a diferencia de otras ciudades por el mundo aún quedaban entradas para este concierto en casa.
El concierto en este caso fue en la famosa Sala But, organizado por Ochoymedio Club, donde han tocado otras bandas reconocidas. En la puerta y esperando a entrar aun no podía imaginarme lo que me esperaba ya que no había tanta oleada de gente que estuviera esperando o entrando.
Al entrar un poco sorprendido ya que la sala estaba bien de gente en comparación con la imagen de fuera y las Hinds y los demás grupos vendían su merch en una mesa en la parte de atrás de la sala.
Llegado el momento las Hinds, tomaron el escenario y sinceramente me esperaba una decepción pero desde el primer golpe de la gran batería Amber me di cuenta que el sonido que tenían de principiantes con suerte (como se les había tachado ya) era muy falso. Al revés, empezaron muy fuertes y con un gran y limpio sonido. A lo largo del concierto sonaron esos desafines esas voces pisándose la una a la otra pero todo estaba premeditado sin duda. La gente bailaba, cantaba de hecho en la zona central donde me atrevo a decir estaba su zona fanbase/amigos fieles se estaba liando una gorda con gente surfeaba sobre los brazos del público. Comprendí entonces como eran Hinds en realidad. Esa visión de chicas fiesteras de buen rollo era totalmente cierto pero se ve que se toman su música más en serio de lo que me pensé. Ver como disfrutaban ellas mismas y con ilusión su propio concierto también dice mucho de ellas y permitía que la gente también disfrutara de ellas.
El público era una gran variedad de personas y edades, como por ejemplo un señor de aparente edad ya en comparación con una fan de poster al lado mío, joven, con su madre de acompañante coreando toda la letra de sus canciones. Locuras fueron muchas como un sujetador que voló al escenario desde el público y que acabo de adorno sobre la batería de Amber. También momento a destacar cuando la bajista Ade se tiró al público casi al final del concierto. Seguidamente y con canciones conocidas para los principiantes como bamboo y castigas en el granero vi cómo la gente literalmente se volvía loca con ellas. Tienen un encanto natural ya de por sí ya que cada una tiene su propia personalidad y lo bonito es que ninguna resalta por ello sino que todas aportan por igual al grupo.
Llegados al Bis del concierto tocaron su ya muy conocido David Croquette cuando de repente se subieron amigos al escenario uno entre ellos el ya muy conocido Jorge Cremades y ahí se lio. Ese acto dio rienda suelta a que se subieran unas 20 personas al escenario. En mitad de ese descontrol creo que quedaron sorprendidas hasta ellas mismas. La imagen de Ana cogiendo su guitarra y pedales para protegerlos fue bastante curiosa pero, conociéndolas, una gran anécdota para acabar un concierto que marcaba el final de una gira por todo lo alto. Llegaron a llenar el ochoymedio y dieron un espectáculo merecido a los fans que han estado apoyándolas desde el principio.
Yo personalmente pienso que las Hinds del año pasado no son las mismas de este y que con cada actuación han ido mejorando su sonido y uno solo puede esperar con ganas que será lo siguiente para este grupo. Si os gusta la música sin reglas, desenfadada y tenéis ganas de pasarlo bien, no dejéis pasar a Hinds. A mí me ganaron esa noche y de hecho no solo pienso comprar el álbum sino que me gustaría volver a verlas en un futuro.