La palabra “vals” deriva del alemán “walzen”, que se traduce literalmente como “dar vueltas”.
En estas ceremoniosas coreografías las parejas de bailarines giran sobre sus propios ejes mientras rotan en un círculo mayor. A cada paso, las levitas y los vestidos envuelven a los intérpretes con un ritmo hipnótico, elegante, solemne.
Esa seductora fusión entre los tejidos y sus portadores es el punto de partida de “Vals”, la nueva colección de Ulises Mérida para la próxima temporada de otoño-invierno 2019-2020. Lejos de emular la estética de los salones de baile del siglo XIX, la propuesta se centra en esa ligereza tan característica del vals y se guía por la máxima de que cada prenda arrope a la mujer sin ahogarla ni ocultarla, rodeando su figura.
Esa mezcla de sutileza y solidez se consigue mediante el juego de patrones y tejidos. Siluetas sinuosas danzan alrededor del cuerpo gracias a la ingravidez propia del gazar de seda, el satén más liviano, las gasas y los tules. Materiales etéreos que conviven con otros más estructurados, como paños de lana, punto grueso, un tricot irregular, telas enceradas y grandes lentejuelas rectangulares.
La paleta de colores mantiene algunos de los tonos presentes en la propuesta anterior, como el morado o los amarillos, e introduce matices como un verde seco o marinos muy intensos, que conviven en armonía y sin pisarse los pies.