Rubén Galarreta presentó el pasado 9 de marzo su última colección, un evento al que no dudamos en asistir.
La cita se dio en Kerala Fusión, un local de Madrid con fuertes influencias árabes en sus acabados arquitectónicos, adornos e iluminación, algo que llamó ya nuestra atención, y eso que aún no sabíamos el espectáculo que se avecinaba…
“TRIANA” es el nombre de esta nueva colección de Galarreta, “un desfile por y para la igualdad” según nos cuenta el diseñador.
¿Para nosotros? Un desfile diferente. Una sala abarrotada, pero no exclusivamente de prensa o “famoseo”, también amigos, conocidos y ese ambiente de buen rollo con el que nos quedamos en la memoria. Música en todo momento, a cargo de Lolito Malibú e iluminación fuera de lo común para un desfile de moda, nos transportan a otro mundo, al que Rubén Galarreta ha creado, donde su Gypsy Army son los protagonistas.
Pese a que otros medios de prensa manifestaron algo diferente hace unas semanas, ahí estaba la primera modelo transexual que desfiló en la Fashion Week de Madrid hace un año, gracias a Rubén Galarreta, y cuyo talento se vio posteriormente en el desfile de Euphemio Fernandez. Laura López, una de las musas de Rubén, volvió a cobrar protagonismo – como no podía ser de otra forma – abriendo en esta ocasión la presentación de Triana. Tras ella, un elenco de personas que reivindicaron, taconazo tras taconazo, la diversidad y la igualdad a partes iguales: Cristian Gasco, Isabella Ching, Naiara Carmona, Carlos Fernández, Santa Kyra, Lucía Moreno, Dani Rubio, Lara Sajen, Jedet, Kuraudi, Carlos Carvento, Jose Otero, Jorge Ariza, Emad Romero… ¡incluso un unicornio!La colección que presentó en esta pasarela tan peculiar estuvo cargada de color, pedrería y transparencias. Los tejidos que predominaron fueron la lycra y la seda. Su estilo es muy característico; enseguida se ven sus conocimientos de ilustración y diseño gráfico aplicados a las prendas, todo ello con un toque de sport-lujo. Una colección cargada de contrastes. Nos impactaron los efectos de trampantojo que hacía en algunas prendas como por ejemplo unos leggins con estampado de tejido vaquero y con cortes pintados que hacían creer que el “vaquero” estaba roto. Jugó bastante con las texturas de tejidos pintados en las prendas, pues aparte del tejido vaquero, pudimos ver texturas falsas de pelo de animales. Muy atrevidos todos los diseños, apuesta también por la moda de las medias de rejilla para complementar algunos de sus looks y las cintas de goma blanca y negra con su nombre escrito también tuvieron una fuerte presencia tanto en accesorios corporales como en bolsas – tipo de deporte – donde las vimos a modo de asas y decoración.
Las bombers también son protagonistas en esta colección, y los pañuelos estampados, que estamos seguros de que encantaron al público, por ser muy originales y probablemente una de las piezas más asequibles.
Queda muy claro que está viviendo en la India y su influencia de Manish Arora pues todas sus colecciones presentan un aire de esta zona. Los septums grandes de pedrería volvieron a parecer y también cabe destacar los collares que parecían medallones con algún tipo de simbolismo religioso budista. El Bindi adornaba las frentes de algunos de los que desfilaban y sin duda se representó una esencia muy espiritual de la marca, mezclada con toques de lo más andaluces, una mezcla atrevida y extraordinaria.
Una puesta en escena de lo más peculiar, con efectos de humo, donde cada modelo, sacaba su personalidad en una pasarela que no iba en línea recta, sino que se daba una vuelta por todo el establecimiento, haciendo mucho más cercano el espectáculo. Un espectáculo que finalizaba con la invitación del público asistente a bailar con los modelos y el diseñador.
Sabemos que será difícil de superar, pero seguro que Rubén Galarreta y su Gypsy Army nos vuelven a sorprender en su próximo desfile.
Un diez.