La Mercedes-Benz Fashion Week madrileña, es verdad que siempre tiene sus desfile establecidos en el espacio Ifema, pero este año han sorprendido con los desfiles OFF, los cuales han sido en distintos lugares de Madrid. Hoy concretamente, hacemos un reverso días atrás, específicamente al día 16 de septiembre a las 19 y 50 pm. cuando daba comienzo el maravilloso desfile de la colección del joven diseñador Juan Carlos Pajares.
La localización escogida para presentarnos su propuesta de primavera/verano 2018 ha sorprendido a muchos: el concesionario de Mercedes-Benz situado en pleno centro de Madrid.
Y era de esperar que el ganador del año pasado de la Samsung EGO, rompiera los esquemas con una propuesta donde define un estilo atleticsure completamente adecuado con el estilo casual y clásico, con unas siluetas ceñidas al cuerpo, prendas oversized y faldas y pantalones con ciertos detalles a modo de abertura en algunas zonas como expresando “mira pero solo verás ese pedacito”.
Define un estilo muy chic, para un target de mujer atrevida y a la vez sofisticada. También logra trabajar con estampados, gama cromática de colores fuertes y ácidos como el fucsia y el naranja, bajando a un azul Klein y un rosa, y culminando con blancos y verdes. Unos teñidos excelentes y tejidos técnicos abrazan a estos looks, tales como la organza, mikado, tules y seda. Todo ello convierte a estas prendas en algo alucinante, con frunces y microvolantes, haciendo un gran trabajo geométrico también en algunas piezas.
Los accesorios y zapatos no se pueden dejar pasar, y es que las botas a modo de calcetín de tamaño XXL en colores, fuertes, y los zuecos con detalles en zigzag le daban vida. Bolsos y joyería también compartían y avivan los looks. En este caso, su gran colaborador Pretty Rumour, puso la guinda a los mismos, completándolos con su famosa joyería de piezas intercambiables. Lo más cumbre fue ver una colección tan femenina en un lugar rústico. Fue un gran acierto ver a todas las modelos rodeando ese taller mecánico, dándole vida y color, alegraba la vista. Quizá, creemos, que el diseñador ha querido plasmar lo cambiante de la vida y que no se puede perder la feminidad y el estilo ni siquiera en el lugar más inhóspito del mundo. Un olé por Juan Carlos pajares.