La ciudad de Vigo acogió nada más y nada menos que 170. 000 visitantes el pasado fin de semana para ofrecerles uno de sus festivales más internacionales: O Marisquiño. Como no podía ser de otra forma, Shit Magazine estuvo allí para contarlo.
Pasión, dedicación, disciplina, técnica y mucha, mucha adrenalina, fueron algunos de los ingredientes imprescindibles que necesitaron los participantes de las nueve competiciones diferentes que tuvieron lugar en la ciudad olívica: World Cup Skateboarding, Queimada Contest BMX, Free Ride Mountainbike Dirt Jump, Face to Face & Freestyle Motocross, Mountainbike Downtown, Flatland, Street Battle Break Dance, Graffiti y Campeonato de Europa de Motonáutica.
El festival comenzó en el año 2000 con el Skate como deporte original con una sola pista y un único campeonato. Desde entonces el Skate continúa siendo el alma de este evento y por cuarto año consecutivo el programa ha incluido la World Cup Skateboarding. Esta vez la atención se ha dividido en dos pistas, un skatepark con todo tipo de desafíos y una miniramp en la que han podido sacar a relucir sus mejores trucos las leyendas y las nuevas promesas del skateboarding mundial. Dejaron huella raiders como los franceses Aurelien Giraud y Benji García, la holandesa Candy Jacobs o la austríaca Julia Brueckler. Además, la carismática voz del conocidísimo Dave Duncan, embajador mundial del skateboarding, comentó y acompañó a los patinadores de la World Cup.
Tres días.
El viernes transcurrió sin mucho apuro, los participantes ocupaban sus respectivas pistas para empezar a tantear el terreno y dar a conocer sus habilidades. Check-in, rondas de calentamiento y preparativos para un fin de semana lleno de emoción. El público se acerca al festival para comprobar las gradas, los mejores sitios y, de paso, se quedan a disfrutar del buen tiempo y la tranquilidad del lugar. Los de prensa… bueno, pues lo de siempre, acreditaciones, normas y a la espera de mucho trabajo con ilusión.
El sábado todo cambia. Treinta y nueve grados envuelven el ambiente y, con él, a más de cien mil personas expectantes ante el resultado de horas y horas de entrega y trabajo. Comienza la competición, los cuartos de final y las semifinales. El Queimada Contest BMX reunió a los mejores bikers de los cinco continentes en sus tres modalidades: Junior, Master y Pro. Además, este año la pista dio una vuelta de tuerca en sofisticación y espectacularidad en uno de los espacios más concurridos y asombrosos del recinto del festival, donde grandes de la BMX como Jonathan Camacho, Kenneth Tencio o Sergio Layos hicieron vibrar a una marabunta de personas que rugía exaltada ante los increíbles trucos de los raiders. En cuanto al circuito de Dirt Jump, este año dio un salto cualitativo de Silver a Gold en la FMB (Freeride Mountain Bike); este circuito mundial ha visto realizar los mayores saltos en bici de montaña de la mano de los raiders más valientes como el americano Nicholi Ragatkin, segundo en el ranking mundial, el portugués Nuno Pintas o el español Adolf Silva. 
El Face to Face & Freestyle Motocross no dejó indiferente a ninguna persona del público, tanto en las carreras cara a cara como en en estilo libre, los pilotos demostraron un dominio absoluto de la moto con sus asombrosos aéreos y trucos encadenados en cada salto.
El domingo el sol no nos dio tregua, ni a la prensa bajo las sombrillas, ni a la muchedumbre que se derretía en las gradas y los paseos, ni a los competidores que no se detenían ni un momento en busca de su tan merecida victoria. Tiempo de finales, de nervios, de mucha más adrenalina y diversión. La ciudad de Vigo es famosa, entre otras cosas, por sus numerosas cuestas, lo que permite incluir cada año en el festival una modalidad de descenso: la Mountainbike Downtown. Durante el recorrido de esta carrera a contrarreloj los pilotos sortean todo tipo de obstáculos y curvas imposibles, las rocas, raíces y cortados de la montaña se convierten en escaleras, wallrides y muros de piedra que ponen a prueba a participantes tan expertos como Edgar Carballo o Marco Veigao.
Durante todo el evento pudimos ver Flatland, una modalidad sutil y artística que cada vez cuenta con más seguidores, esta actividad se desarrolla en un circuito cuadrado de 8×8 donde las bicicletas bailan sin levantar casi las ruedas del suelo, haciendo piruetas y coreografías que fusionan la máquina con el atleta. Esta vez pudimos ver una de las mejores competiciones internacionales con bikers llegados de todo el mundo, como Alberto Moya o el varias veces campeón del mundo Viki Gómez. También hubo tiempo para conocer un poco el vasto mundo del Street Battle Break Dance. Con motivo del décimo aniversario de la competición tuvimos la oportunidad de sumergirnos en un universo que comenzó como exhibición en los inicios del festival, hasta convertirse en campeonato en 2007. Tres contra tres, coreos increíbles, competitividad, juego limpio y mucha rivalidad en la pista de baile. Cada batalla era única, especial, se podía palpar la emoción en el aire y el público lo demostraba, cantos, coros, gritos, todo para animar a los seis combatientes. Este año los afortunados ganadores fueron los Fusion Rockers, que nos impresionaron a todos con sus explosivos movimientos.
El colofón lo pusieron los conciertos de grupos como Kings of the Beach o 7 Notas 7 Colores que amenizaron el inicio de la última noche de fiesta. Nos despedimos de O Marisquiño 2017 con muy buen sabor de boca y con ganas de más, ¿qué nos sorprenderá en O Marisquiño 2018?