“Un abrazo es una atadura fuerte” y, en el caso del shibari (縛り), todo un arte.
Glü Wür, artista chilena, se inspira en esta disciplina japonesa para crear una performance visual que combina con acrobacias aéreas y la autosuspensión. Gracias a Hell Gallery, el pasado día 17, pudimos disfrutar de ella en Barcelona.
Con sólo una sábana y cuerdas, Glü Wür abraza y modela su cuerpo, se retuerce, se eleva por los aires, es y no es, aparece y desaparece. Ella sola crea una dinámica y un ritmo que hace que no puedas apartar los ojos de su figura tambaleante.
La sala entera en silencio y más de uno con la boca abierta. Lo único que acompaña a la figura danzante colgada del techo es Federico Monti, con una electrónica oscura y experimental que le va como anillo al dedo a la performance.
Tensión, presión, incertidumbre… La artista consigue transmitir estas sensaciones con sus movimientos. Además, reflexiona sobre la identidad y la no-identidad individual, critica los cánones del cuerpo normativo y a la belleza convencional.