El 23 de febrero fuimos testigos de que el retrato abstracto puede cobrar vida.
Miguel Caravaca, celebró su debut como pintor en el espacio Ciento y Pico de Madrid, una presentación de lo más enriquecedora.
Muchos ya le conoceréis por su profesión musical: NoMike, uno de los protagonistas de una de las sesiones de electrónica más punteras de Madrid: Trueno. Pero esto no va de música – aunque sí hubo cervezas Malasaña, que eso siempre nos anima a bailar -.
Miguel ha probado con el acrílico y, tras ocho meses experimentando con esta técnica, nos ha descubierto una faceta que desconocíamos. Caravaca se ha atrevido con el retrato, una de las ramas más complicadas de la pintura, pero también la más expresiva. ¿Lo mejor de todo? Un resultado impecable.
Indagar en las caras le ofrece un medio natural de expresión, ya que el rostro es donde residen los cinco sentidos del ser humano. Caravaca nos contó que su mayor inspiración son los rasgos llamativos de la gente que le rodea en su día a día. Si bien algunos retratos son claramente amigos o compañeros de su vida, otros sólo son rostros que inventa sobre el lienzo, a partir, por ejemplo, de “una nariz” que ha visto en una persona al comprar el pan. Miguel Caravaca transforma esos gestos o cualidades en arte, un arte que recuerda al cubismo con influencias de pinturas urbanas, una mezcla que funciona a la perfección.
Lo que más nos sorprende es el gran parecido razonable de sus retratos a personas reales. Nos hace pensar que el arte abstracto es más cercano y expresivo de lo que creíamos. Cada lienzo, nos transmite una actitud, una personalidad, una historia… 
El color y la línea son las bases que más llaman la atención en su obra, y las composiciones, aparentemente aleatorias, están más que cuidadas. Tanto, que en ocasiones podemos ver dípticos que hablan entre sí.
Su exposición debut ya terminó, pero dada la gran acogida, Miguel Caravaca promete seguir sorprendiéndonos con nuevas obras que en un futuro expondrá. Y es que no sólo sus amigos y conocidos de la música se acercaron a conocer su trabajo, también artistas y pintores se enamoraron de los coloridos retratos.
Sin duda un buen comienzo para su nueva faceta artística, que nos demuestra que nunca es tarde para comenzar algo nuevo y hacerlo bien.