Nos alegramos muchísimo de poder haber realizado esta crónica del 4Every1 Festival, un festival que a pesar de todas las trabas que se ha encontrado por el camino ha podido finalmente celebrarse. No ha sido el festival que muchos esperaban (si se compara con las anteriores ediciones), pero han cumplido y pudimos ver a todos los artistas que se anunciaron, y lo más importante de todo, 20.000 personas disfrutamos de su ya famoso #amanecerbailando.
No pudimos realizar fotografías ni vídeo del evento debido a que teníamos prohibida la entrada a la prensa con cualquier medio de audio o vídeo, en lugar de ello, hemos tomado imágenes de sus redes sociales.
El evento comenzó a eso de las 15:00, y ya se notaba movimiento en el parking, donde cientos de personas comenzaban a disfrutar de una gran tarde-noche. A eso de las 17:00-18:00 ya había bastante ambiente y la gente empezó a entrar para disfrutar del festival. El aparcamiento era bastante grande, con capacidad para todos los asistentes, pero quizá se podría haber organizado mejor, ya que nadie lo gestionaba y no había una fila a seguir para poder aparcar. Las personas que vinieron en transporte público tuvieron a su disposición de varias lanzaderas que conectaban con las estaciones colindantes.
El festival arrancaba con sus cuatro escenarios a pleno rendimiento. La organización a la hora de entrar al evento fue más que correcta. Poca gente a primera hora excepto en la Sesión de Fatima Hajji, que aunque no consiguió un lleno en la pista, concentraba a muchos de los primeros asistentes al evento. Con una sesión mas suave a lo que nos tiene acostumbrados, la Reina no defraudó y nos dejó un buen sabor de boca como siempre.
Para la White Area contaron con nuestros mejores canteranos (refieriéndonos a artistas que se suelen ver por Madrid), como fueron Radness o Subshock & Evangelos, que abrían un “main” que nos iba a dar mucho que contar.
En la Red Area se comenzaba a apreciar lo que iba a ser este escenario. Cientos de personas vibraban y saltaban al ritmo de Noisecontrollers, uno de los pesos pesados del Hardstyle.
Pasamos a la Black Area donde Nina Kravitz hacía su intervención, una gran sesión muy contundente que dio paso a la actuación de Tale Of Us, actuación más calmada pero que dejó encantado a todos sus asistentes y consiguió que la pista se llenara poco a poco.
El sistema de pago fué a través de las propias pulseras de entrada, en la que nos cargaban el importe que queríamos cargar y luego podíamos devolver el dinero restante. Esto fué una gran idea, pero no se llegó a desarrollar favorablemente debido a diversos problemas de organización, como largas colas en los puntos de recarga, problemas a la hora de pagar, e incluso gastos de gestión de un euro para la devolución. Si se trabaja más en este sistema, todo serían ventajas.
Un punto a favor para la organización fué en pensar en la cantidad de residuos que producen los vasos, es por ello que al adquirirlos estos tenían una fianza que se reembolsaba con su devolución. Muchos festivales y otros eventos ya se han sumado también a esta causa “ecológica”. Un suelo libre de vasos y residuos se agradece también a la hora de bailar en la pista.
Volviendo al tema musical, la cosa apuntaba maneras. Destacar la sesión de Vicente One More time, que nos dejó una sesión a su más fiel estilo, mezclando temas actuales y sus clásicos de siempre con la pista abarrotada de sus incondicionales. También destacamos la sesión de Helena Legend, ¡que fué una pasada! Que manera de mezclar y animar al público, para nosotros fué la sesión más lograda del festival.
La sesión de Adam Beyer fué una de las mas consideradas del público, su estilo nos capturó y nos hizo no parar de movernos durante todo su set. Luciano también hizo de las suyas, y a pesar de algunos problemas de sonidos puntuales su sesión fué todo un éxito.
Volviendo a la Red Area, corrimos para no perdernos la sesión de Wasted Penguinz, ahora sí que sí la pista estaba abarrotada “hardstylers” botando de un lado a otro, en este escenario era uno de los artistas más aclamados, y el dúo Sueco dio a su público lo que más quería, un set para enmarcar.
Y ahora vamos con lo que fué la creme de la creme, aquí sí que comenzaba lo bueno, Cada uno de los artistas que pasaron en estas 6 horas son dignos de un artículo entero. Albert Ramos & Albert Neve comenzaron pegando fuerte, fusionando a dos genios de la música e incluyéndonos sus últimos temas, por favor no os separéis nunca, hacéis un dúo espectacular.
Dannic también hizo de las suyas, mostrándonos su cara más EDM pinchando maravillas. Laidback Luke no se quedó atrás, nos encantan sus sesiones llenas de Mashups, de Scratchs y de sus temas mas originales, ¡larga vida a Luke! Nervo como siempre nos dejó la versión más suave y cantada del festival, todo esto con la energía que desprenden en cada una de sus sesiones.
Y por fin se dió paso a los números 1, Dimitri Vegas & Like Mike, que se marcaron una sesión espectacular, mucho mejor que en otros festivales españoles, muy cercanos al público español que quedó encantado con este Set.
Blasterjaxx nos enamoró, nos hizo botar como nunca y la vez nos cautivó con sus últimos temas vocales. La noche terminaba con Abel The Kid, que descargó su maleta llena de Mashups, melodías y remixes de temas más antiguos. Unas actuaciones sobresalientes para todos.
El cierre más importante, a cargo de DJ Pepo, que nos ofreció un set “Original Techno”, que nos dejó sin palabras. El momento clave fué cuando pudimos escuchar “La Real”, con la que vimos los primeros rayos del día, sin duda un cierre muy especial que ponía el broche de oro musical a este evento.
Tenemos que decir que los escenarios no han estado a la altura de otros años. En ediciones anteriores vimos unos montajes increíblementes superiores, pero en esta ocasión hemos visto unos escenarios bastante mejorables, muchos de los asistentes se quejaron de que las pistas de baile estaban llenas de piedras y había riesgo de tropezarse. Tenemos que tener en cuenta que la ubicación fué “modificada” y muchos de estos problemas se debieron a este cambio de emplazamiento. Hubo un gran acierto en la ubicación de los escenarios, que estaban dispuestos de tal forma que no interfiriesen los sonidos entre sí.
En cuanto a la acústica también fué un tema bastante mejorable, había problemas de sonido en momentos puntuales sin ni siquiera estar las pistas llenas, como distorsiones o volúmenes notablemente bajos. A pesar de todo esto cumplieron con su cometido, nos permitieron disfrutar de sus cuatro pistas y disfrutar de todos los sets sin problema. 
Con un cartel como el de este año y mejor organización, este festival tiene todas las de ganar. Trabajo y esfuerzo hacen falta para que el año que viene sea uno de los festivales de referencia. Desde aquí los damos todo nuestro apoyo y ánimo para su próxima edición, que esperamos ansiadamente.
Crónica: Boty García
Fotografías: 4Every1 Festival